Ahora estás aquí,
donde termina el mundo,
soberana absoluta de tu reino.
La luz del sur en tus pupilas,
la vida es tan amable
como tú puedas serlo.

Sólo tú...
 y esos seres incontables
que habitan tu espacio y tu tiempo.
Sólo tú...
desnuda, como al principio,
respiras aire fresco.

Y tienes toda la vida
para bailar con el viento.

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